El fin último de las encuestas dietéticas es el conocimiento de la cantidad de energía ingerida por un sujeto o un grupo poblacional determinado. Para la conversión de las porciones o raciones de los alimentos que han sido registrados en los diferentes tipos de encuestas alimenticias, se necesitan tablas de composición de alimentos. En estas tablas se recogen los equivalentes calóricos y los principios inmediatos, vitaminas y oligoelementos que componen los diferentes alimentos.

 

En la actualidad se dispone de un gran número de tablas, nacionales e internacionales. En ellas, la denominación de cada uno de los alimentos, número y métodos de expresión de los nutrientes, así como su puesta al día, son sumamente variadas. Por tanto, hay que tener en cuenta en la elección de una determinada tabla de composición de alimentos los factores que pueden proporcionar inexactitud a los resultados.

 

A nivel práctico, las mayores dificultades surgen con: a) nombres de los alimentos; b) codificación de los mismos; c) alimentos que no constan en las tablas; d) platos preparados; e) alimentos manufacturados; y f) nutrientes no incluidos en las tablas. Por otro lado, las bases de datos informatizadas han proporcionado gran ayuda y un magnífico avance en la universalización de los datos necesarios para la conversión de los datos de las encuestas en nutrientes.

 

Bibliografía
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